Santuario de Nuestra Señora de los Milagros

Santuario de Nuestra Señora de los Milagros

El origen de la devoción a la Señora de los Milagros en la Serreta se remonta a finales del siglo XVII, cuando el padre Isidro Fagundes Machado se consideró víctima de injusta persecución y se refugió en el local llamado Quemado, en la región de la actual Serreta.

Allí, entonces, uno de los tramos más remotos de la isla, erigió, en cumplimiento de un voto, una pequeña ermita, en la cual colocó una imagen de Nuestra Señora con el Niño Jesús.

El primer compromiso para la construcción de una iglesia en la Serreta data de 1772, cuando los hermanos de la Cofradía de los Esclavos de Nuestra Señora se congregaron en las Doce Ribeiras. Se sentaron en la ocasión que se debía proceder a la reedificación de la antigua ermita de la Virgen, en el lugar de la Serreta.

Sin embargo, las obras de la iglesia no arrancaron hasta 1819, por iniciativa del general Francisco António de Araújo, entonces nombrado capitán general de las Azores. El templo fue concluido en 1842, recibiendo la imagen venerada después de más de un siglo de permanencia en la iglesia de São Jorge das Doze Ribeiras.

El nuevo templo, localizado en el ancho donde hoy se sitúa el Imperio del Divino Espíritu Santo de la Serreta, del lado opuesto del camino en relación a la actual iglesia, era de proporciones modestas. Con el incremento de la población y su nuevo estatuto administrativo, en pocas décadas el templo se mostró insuficiente. Reunidos los apoyos necesarios, un nuevo templo fue proyectado, en el lado opuesto de la carretera, teniendo la primera piedra fue lanzada solemnemente en 1895.

Su construcción fue demorada, con las obras sufriendo interrupciones por falta de recursos. La inauguración se dio en 1907. Severamente dañada durante el terremoto del 1 de enero de 1980, fue totalmente reconstruida, manteniendo la polilla existente.

 

La iglesia presenta 19 m de altura en el frontispicio hasta la base de la cruz, y 10,75m de ancho. Posee torre campanario única con 23m de altura. El interior se presenta con una sola nave, con 19,80m de largo y 9,60m de ancho. En el ábside, además de la imagen de la patrona, se destaca sobre el sagrario una imagen de Cristo en marfil indoportugués del siglo XVII, con dimensiones fuera de lo común. En el cuerpo hay dos altares, uno a cada lado.

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