Estatua de António de Portugal, Prior do Crato
En 1580, durante la preparación para la esperada invasión española, D. António fue aclamado rey de Portugal por el pueblo. Sin embargo, el 25 de agosto, sus fuerzas fueron derrotadas en la batalla de alcántara.
Hasta 1582, D. António se refugia de lugar en lugar hasta llegar a la Tercera, que había tomado su partido y de donde continuó gobernando.
D. António desembarcó en la villa de São Sebastião, habiendo marchado por tierra hasta las puertas de São Bento, donde era esperado por Ciprião de Figueiredo, por el conde de Torres Vedras, por Manuel Silva y otras personalidades locales.
A su llegada, las fortificaciones de Angra salvaron, el mismo habiendo hecho las guarniciones, con sus mosquetes y arcabuces.
En la isla, visitó la bahía de Salado (donde tuvo lugar el primer intento de desembarco de tropas españolas, que fueron completamente derrotadas) y la bahía de Praia.
De inmediato determinó reforzar las defensas de Angra, ante la inminencia de un ataque español y la acción de los corsarios, contando para ello con el apoyo incondicional de Dona Violante do Canto, incluso financiero.